Entro con mi madre, cansada y nerviosa porque por fin a llegado el día, en el orfanato. Me mira con sus ojos marrones, como los míos, llenos de felicidad, su pelo castaño y enredado, que es una bestia indomable, yo misma lo he comprobado un millón de veces, y me sonríe.
-Ya verás como será genial -digo devolviéndole la sonrisa. Entramos en la sala donde una señora con ojos negros y cansados escondidos tras unas gafas con montura morada, los labios agrietados y el pelo áspero. Aun así me transmitía una sensación de seguridad y amor.
-Delilah ¿porque no esperas en la sala de al lado? -me pregunta señalándome una puerta diferente de donde hemos entrado. Asiento y me voy dándole antes un beso en la mejilla a mi madre-. Bien señora Muñoz, sentimos esto pero... -escucho mientras me alejo entrando en la otra habitación. En la otra sala suena Wake Me Up de Avicii, me encanta esta canción y por lo visto no soy la única, porque hay una chica de pelo azul mirando por la ventana y llevando el compás con el pie.
And I don't have any plans. I wish that I could stay forever this young, not afraid to close my eyes. Life's a game made for everyone and love is a prize. So wake me up when it's all over, when I'm wiser and I'm older. All this time I was finding myself and I didn't know I was lost.
No quiero molestarla y empiezo a fijarme en como va vestida. Lleva una camiseta marinera ancha de manga corta y unos pantalones tejanos ajustados junto con unas Converse con la bandera de Londres. Me encanta, sobre todo porque son diferentes, igual que su cabello de un azul tan pálido y extraño que parece angelical. Ella se gira y ambas nos miramos e inspeccionamos. Sus ojos son también azules, pero están apagados, esta bastante delgada aun así es guapa aunque ella no parece saberlo.
-¿Te gusta la música? -digo para romper el hielo y el incomodo silencio que se ha creado entre las dos. Ella vuelve a centrar sus ojos en mí y asiente, sin abrir la boca-. A mi también, me gusta esta canción Avicii es genial ¿verdad? -vuelve a asentir y empieza a mover las manos de manera espasmódica, parpadeo para creer lo que estoy viendo y no, no es mi imaginación-. ¿Estás bien?
Las dos estamos nerviosas, aunque por razones completamente diferentes, por suerte la directora entra con mi madre, se lleva las manos a la cabeza y se acerca corriendo a la chica de pelo azul. Le susurra algunas cosas en el oído y la chica empieza a calmarse dirigiendo la mirada hacia mi madre y a mí. La directora se levanta junto con ella y nos sonríe a ambas.
-Un placer presentaros a Iraida -dice tranquilamente.
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